Cuestion de principios, cuestion de conciencia

¿Qué hacer cuando sabes lo que tienes que hacer y no tienes, o piensas que no tienes el valor para hacerlo? No hago más que darle vueltas. Es como arrancarte una uña. No puedo quedarme callada, pues retenerlo para mí hace un daño mortal. Pero tampoco tengo el valor de denunciarlo, pues sería como perder dos uñas de dos dedos. Saber que hacer el bien por alguien exige un camino doloroso que recorrer no ayuda mucho. Tener que sufrir por el bienestar de alguien es lo más bonito que podemos hacer. Pero saber que ese sufrimiento será en vano, duele aun más. Saber que haces todo lo posible por salvar a una persona de vivir un infierno, y que esa persona no alargue su mano para recibir tu ayuda, es lo peor que se puede sentir en esta vida, y más cuando, al otro lado, otro intenta arrastrarla hacia ese infierno. No se puede tirar de dos personas, si la una no se suelta de la otra. No se puede salvar a una persona que no quiere salvarse, al menos si no pides la ayuda de otra, porque correrás el riesgo de caer con ella.

Sé lo que tengo que hacer, pero me falta el valor para hacerlo. También sé que he de hallar ese valor cuanto antes, pues la vida de una persona podría estar en juego.

Comentarios

  1. Seguramente has hecho lo correcto...y lo habras ayudado muchisimo...a mi por cierto me pasa lo mismo no puedo quedarme callado...jeje

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Amigo mío...

Amargos recuerdos

Domingos